En el pasado mes de diciembre, el exfutbolista francés Eric Cantona propuso a la población mundial que extrajera de sus cuentas de ahorro todo el dinero que habían depositado en los bancos y cajas de ahorro. Esta medida tenía la finalidad de castigar, desde su punto de vista, a los principales causantes de la crisis económica.
Ahora y en España, un grupo de personas que se amparan bajo el nombre de Democracia Ya, buscan una reacción de los españoles ante la situación por la que pasa el país. Jubilados, jóvenes, estudiantes, extranjeros, entre otros grupos, se encuentran desde el domingo en la Puerta del Sol de Madrid con el objetivo de alzar la voz. La ideología da igual: Son de derechas y de izquierdas. Pero lo que les une a todos ellos son las insuficientes medidas que se han tomado desde el Gobierno y desde las distintas Comunidades Autónomas para amortiguar el castigo financiero.
Es una protesta masiva sin intención de usar la fuerza ni el insulto. Lo que pretenden es que les devuelvan la ilusión y las ganas de seguir peleando en esta vida. Quieren un trabajo para dar de comer a su familia; un sueldo apropiado a sus estudios; unos derechos laborales que no discriminen a la mujer; una educación libre y sin asignaturas para la ciudadanía; una pensión de la que puedan gozar nuestros mayores; Y así, otras tantas reivindicaciones.
Pienso que los políticos deberían aprender de esta plataforma. En teoría, es la clase política la que tendría que dar ejemplo; Pero no es así desde hace mucho tiempo. El insulto, la descalificación, los intereses, el dinero y la sospecha de la corrupción se han convertido en los pilares en los que se sustentan al PP, al PSOE y al resto de partidos. En cambio, lo que vemos en plena campaña electoral, son ejemplos de poderío hacia sus candidatos. El último, el de Rajoy hacia el "trajeado" Camps.
Espero que esta pesadilla desaparezca de mi mente. Y que imágenes como las del Presidente de la Región de Murcia, Ramón Luís Valcárcel (PP) junto al ministro de Interior, José Blanco (PSOE), se den más a menudo y que no tenga que producirse por la situación que está pasando el pueblo de Lorca. Sueño con una política en la que se lleguen a acuerdos en los grandes temas y que, en el resto, se discuta. Pero de manera respetuosa, como seres civilizados y no como radicales. Los Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, Cospedal, Iglesias y otros muchos tienen que coger la libreta y tomar nota. Ahí queda eso.
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